Señor, ¿qué quiere usted que hagamos nosotros aquí en este mundo? Muy simple, señor: yo
no quiero nada. Eso es lo primero. Lo segundo: viva, viva en este mundo. Este mundo es tan maravillosamente bello. Es nuestro mundo, la tierra nuestra sobre la cual vivimos. Pero no vivimos, somos mezquinos, divididos, ansiosos; somos seres humanos atemorizados y, por lo tanto, no vivimos, no conocemos la verdadera relación, somos seres solitarios y desesperados. No sabemos lo que significa ese sentido de vivir en éxtasis, en la dicha. Digo que podemos vivir de esa manera únicamente cuando sabemos cómo estar libres de todas las tonterías que llenan nuestra vida. Y estar libres de ellas sólo es posible cuando nos damos cuenta de nuestra relación, no sólo con los seres humanos, sino también con las ideas, con la naturaleza, con todo. En esa relación descubrimos lo que somos: nuestro miedo; nuestra ansiedad, desesperación, soledad, y nuestra completa ausencia de amor. Uno está repleto de teorías, de palabras, de conocimientos de lo que otras personas han dicho, pero nada conoce sobre sí mismo, y, por lo tanto, uno no sabe cómo vivir.
Jiddu Krishnamurti . El vuelo del águila .