Estas causas determinan el período de la encarnación, dando al cuerpo sus características, poderes y
limitaciones, relacionando con el individuo las almas encarnadas en la época en que contrajo obligaciones con ellas, rodeándola de parientes, amigos y enemigos. Estas causa determinan, además, las condiciones sociales en que el individuo nace con las ventajas e inconvenientes que de ello resultan; fijan los límites de las energías mentales que podrá manifestar, modificando la organización cerebral y nerviosa que le servirá de instrumento; combinan, en fin, todo lo que es, en su Karma, puede proporcionar penas y alegrías compatibles entre sí en el curso de la existencia presente. Todo esto es el Karma en sazón y puede formularse en el horóscopo echo por un astrólogo competente.
Annie Besant . La sabiduría antigua .