El hombre nuevo no pondrá en duda que el espíritu tiene los mismos pode- res

en las regiones en que su esencia pura y su supremacía lo requieren para reinar como dueño y soberano. No dudará que este espíritu tiene, según su clase, incomparablemente más dones de previsión y de sabiduría de los que haya podido tener alguna vez el hombre, que está limitado a la región elemen- tal, cualquiera que sea la actividad que haya podido desarrollar este hombre. No dudará que este espíritu tiene a su disposición una cantidad de propiedades y de substancias de su propia naturaleza, que es incalculable en comparación con las pocas substancias elementales que podemos emplear aquí abajo para conservar nuestra materia y producir y mantener las obras de nuestras manos.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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