No es por la repetición de las palabras de la oración por lo que el

hombre nuevo ha llegado a esta unión con el espíritu, sino por el fuego interior de su ser, que se ha inflamado y ha difundido alrededor de él una luz parecida a aquella de la que ha tomado su origen. La ley de la afinidad ha hecho todo lo demás y ni siquiera ese fuego de su ser interior se ha encendido nada más que por el suave soplo de la sabiduría, que no pretende más que dar a cada cosa sus propiedades.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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