El proceso se repite en el reino vegetal, cuyas formas quedan a su vez sacrificadas

para que puedan producirse y crecer las formas animales. En todas partes, hierbas, semillas y árboles perecen para que el mantenimiento de los cuerpos animales; sus tejidos se disgregan a fin de que el animal pueda asimilarse los materiales que los componen para edificar su cuerpo. De nuevo la ley del sacrificio rige en el mundo y esta vez en el reino vegetal. La vida subsiste y las formas perecen. La Mónada evoluciona para producir el reino animal, y los vegetales se sacrifican a fin de que las formas animales puedan engendrarse y mantenerse.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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