El origen de la mitología es encuadrado dentro de las civilizaciones egipcia, fenicia y babilonia,

que dieron lugar, tanto a este fenómeno como a muchas otras formas de comportamiento y componentes culturales del mundo actualmente conocido. Según algunas teorías, el inicio del culto a dioses formadores posteriormente de hechos mitológicos se produjo hacia el año 2000 a. de C. cuando el rey de Babilonia Nino obligó a sus súbditos a rendir culto y ofrecer regalos a una estatua de Belo, padre de Nino y a quien se divinizó. Esta hecho fue considerado tanto por los babilonios y por los ciudadanos de otros imperios como una costumbre que detonaba buen gusto y refinamiento cultural. A partir de entonces, se divinizaron múltiples personajes, no sólo por sus buenas aptitudes sino también como un ejemplo supremo de una determinada forma de actuar, lo que permitió la existencia de dioses negativos. Esta corriente fue llevada a sus límites más creativos por el pueblo griego, que, incapaz de aceptar la sencillez de las cosas, exageró todo aquello que conocía convirtiéndolo en artificial, sobrenatural y admirable. Así, los jinetes fueron centauros, las bellas jóvenes, ninfas, los pastores, faunos o sátiros los héroes militares, semidioses. Una mujer que había perdido a su esposo y que pasaba los días llorando era convertida en una fuente de eterno manar. Un gran barco era transformado en un dragón alado.

Mitología Griega .

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