Una vez me estaba hospedando en una casa con un político. Estábamos sentados en el
césped por la mañana. Él estaba leyendo el periódico. Eso es lo único que leen: es su Corán, su Biblia, su Gita. De pronto alzó la vista, me miró y me dijo: «Nunca podré comprender cómo es que la gente parece morirse siempre en orden alfabético.» Y otra vez, estaba viajando en tren y, por desgracia, en el mismo compartimento había un político. Digo por desgracia porque apestan. Nada apesta como la política. Es lo más sucio del mundo. Empezó a hablarme y le pregunté si había oído la última broma sobre los políticos. «Le aviso», me dijo, «de que yo soy político». «No importa», le dije, «se la contaré muy, muy despacio».
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .