Pienso que es muy importante comprender esto mientras somos jóvenes; porque, a medida que pasan

los años y empezamos a dejar de lado nuestros pequeños entretenimientos y nuestras distracciones, nuestras pequeñas ambiciones y nuestros apetitos sexuales, nos volvemos más agudamente conscientes de los inmensos problemas que afronta el mundo, y entonces queremos hacer algo al respecto, querernos producir alguna clase de mejoramiento. Pero a menos que seamos profundamente religiosos, sólo crearemos más confusión, más desdicha. Y la religión no tiene nada que ver con sacerdotes, iglesias, dogmas o creencias organizadas. Estas cosas no son religión en absoluto, son meramente conveniencias sociales para sujetarnos dentro de un patrón particular de pensamiento y acción; son medios para explotar nuestra credulidad, nuestra esperanza y nuestro miedo. La religión es la búsqueda de la verdad, de Dios, y esta búsqueda requiere una energía enorme, una inteligencia amplia, un pensar sutil. Es en esta búsqueda misma de lo inconmensurable que existe la correcta acción social, no en la llamada reforma de una sociedad particular.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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