Está claro pues, refrendado por los eminentes testimonios citados, que los poderes psíquicos (clarividencia, clariaudiencia,
visión extrarretiniana, poder de levitación, absefalesia (ponerse en contacto con el fuego sin quemarse), etc.) encierran evidentes peligros si no se ha llegado a la perfección suficiente 'para su recto empleo, y es preferible rechazarlos o no cultivarlos. De aquí los graves inconvenientes que se han señalado en esa etapa de la iniciación "yoga" llamada "pranayama" o dominio de las "fuerzas vitales", en la que se recomiendan ciertas formas de respiración para despertar ciertos "centros etéreos" y las corrientes psicofísicas circulantes entre ellos, que a algunos ha conducido a psicopatías o perturbaciones mentales que, en algunos casos (no siempre remediables) he tenido que tratar en mi clínica particular.
Eduardo Alfonso . La iniciación .