Esta idea te enseñará que este decreto debe afectarte de una forma aún más directa,

por lo que has de sentir que la deliberación de este gran consejo es que tú estés también en el sufrimiento y en el combate, si quieres alcanzar la victo- ria. Además, este decreto, tomado en su totalidad, se subdivide inmediatamente y se extiende a todos los aspectos de tu vida y de tu existencia. Piénsalo bien. No hay ni un instante en el que no se delibere en este gran consejo Divi- no que debes dedicarte por completo a la ley suprema de la que dependes, que debes ser puro, que debes ser humilde, que debes amar a tu hermano, que debes tener ambición por acumular todas las virtudes del espíritu y de la ver- dad y sembrar, al menos, el deseo de ellas en las almas de los que están en la indigencia. Así, pues, en cuanto te descuides un instante en la práctica de estas obligaciones, eres refractario a la ley, eres un prevaricador.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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