Refiriendonos ahora a nuestra Tierra, el panorama presentado por la Teosofía acerca de su génesis,
su evolución y la evolución de las Mónadas Humanas, animales, y otras, es bien diferente a las ideas modernas y en ciertas cosas contrario a teorías que prevalecen. Pero las teorías de hoy no son estables. Estas van cambiando don cada siglo, mientras que la doctrina Teosófica nunca es alterada, porque en la opinión de esos Hermanos Mayores, que la han promulgado de nuevo y han señalado su verificación en los textos antiguos, la Teosofía no es sino una exposición de hechos en la naturaleza. La teoría moderna es, por el contrario, siempre especulativa, cambiante y constantemente modificada. Continuando el plan general trazado en las páginas anteriores, la Tierra es septenaria. La Tierra es una entidad y no una simple masa de materia bruta. Y siendo por consiguiente una entidad de una naturaleza septenaria, deben existir otros seis globos que ruedan con ella en el espacio. Este grupo de siete globos ha sido denominado la "Cadena Terrestre", la "Cadena Planetaria". En la obra "Budismo Esotérico" esto está claramente expresado, pero en ese libro se da una interpretación más bien materialista, que lleva al lector a pensar que la doctrina habla de siete globos distintos, todos separados aunque conectados los unos a los otros. Uno se ve forzado a sacar en conclusión que el autor quiso decir que el globo Tierra es tan distinto de los otros seis como Venus es de Marte. Esta no es la doctrina. La Tierra es uno de los siete globos con respecto a la conciencia del hombre solamente, porque cuando el hombre funciona en uno de los siete, él lo percibe como un globo distinto sin alcanzar a ver los otros seis. Esto está en perfecta correspondencia con el hombre mismo, quien posee otros seis constituyentes, de los cuales solamente el cuerpo físico es visible porque se encuentra ahora funcionando sobre la Tierra, o sea, el cuarto globo, y su cuerpo comprende y representa a la Tierra. Los siete "globos" constituyen una sola masa o un gran globo y todos ellos se interpenetran los unos con los otros; y tenemos que decir "globo", porque la forma última es globular o esférica. Si uno confía ciegamente en la interpretación dada por Mr. Sinnett, entonces se podría suponer que los globos no se interpenetran entre sí, sino que están enlazados por corrientes o líneas de fuerza magnética. También, si se presta demasiada atención a los diagramas usados en la "Doctrina Secreta" para ilustrar el sistema, sin prestar la debida atención a las explicaciones y precauciones dadas por H. P. Blavatsky, puede incurrirse en el mismo error. Pero tanto ella como sus instructores Adeptos han dicho que los siete globos de nuestra cadena están en "coadunación" entre sí, pero no en consubstancialidad. Esto está además reiterado por precauciones de no confiar en las estadísticas o en los diagramas de superficie plana, sino más bien contemplar el aspecto metafísico y espiritual de la doctrina según ha sido expresada en inglés. Así, pues, de la misma fuente de donde proviene el libro del señor Sinnett, nosotros tenemos la aseveración de que estos globos están unidos en una sola masa aunque difieran los unos de los otros en substancia, y que esa diferencia de substancia se debe a un cambio del centro de conciencia.
William Judge . El Oceano de la Teosofia .