¿Por qué las aguas del río de las palabras muertas no absorben, por lo menos,

los vapores de las palabras mortales? Porque se dejan infectar por ellas y extienden después esta infección por el ambiente y, en esta triste y desdichada permanencia de horror y de escasez, el hombre está obligado a pagar los tributos legítimos que se deben a su soberano.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

Índice