¿Que eras tu hombre, cuando el eterno te dio la vida? Procedías de el, eras
el acto vivo de su pensamiento, eras un Dios pensado, un Dios querido un Dios hablado, no eras nada hasta que el dejo salir de el su pensamiento, su voluntad y su palabra El no ha cambiado de ley, no puede haber nadie que te engendre, nada mas que el, y solamente por el puedes engendrar obras regula- res Si el no engendra en ti su nombre antes de que digas en el nombre del Señor, actúas de memoria cuando pronuncias este nombre y por eso es por lo que tantos hombres lo pronuncian en vano en la tierra y nos demuestran de una manera tan dolorosa que, desgraciadamente, el hombre no es, ni vive, ni actúa nada mas que en la vanidad y en la nada.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .