Recogen allí el fruto de sus buenas obras y desarrollan al mismo tiempo su disposición
para servir y la sabiduría que utilizarán después. Los proyectos de amplia beneficencia se suceden ante el pensamiento del filántropo. Como un arquitecto, traza los planos del futuro edificio que construirá al regresar a la tierra, y madura los designios que ejecutará en su día. Como un Dios creador, concibe de antemano un mundo de bondad, que se manifestará en la grosera materia física cuando llegue oportunidad de tiempo. Estos serán los grandes filántropos de la tierra en los siglos venideros y encarnarán con dones innatos de amor desinteresado y realizadora fuerza.
Annie Besant . La sabiduría antigua .