Primero, cualquier situación en la que te encuentres es una situación dada por Dios: no

las rechaces. Es una oportunidad, una ocasión para crecer. Si te escapas de la oportunidad, no crecerás. La gente que se va a cuevas de los Himalayas y empieza a vivir allí y se apega muchísimo a las cuevas permanece sin madurar. Permanece infantil. No son personas experimentadas. Si las traes al mundo se estrellarán, no serán capaces de soportarlo. Hace solo unos pocos días vino una sannyasin después de vivir tres meses en los Himalayas, y dijo: «Pero ahora es difícil estar aquí. Quiero volver.» Pero eso no es adquirir madurez. Ahora los Himalayas se convertirán en su obsesión, y lo que piensa que es su meditación, su silencio, no es suyo; es solo un producto del silencio de los Himalayas. Le dije: «Quédate aquí tres semanas y luego me dices qué le sucede a tu silencio y a tu meditación. Si desaparece, entonces no tiene nada que ver contigo. Y entonces es mejor no ir a los Himalayas. ¡Crece en meditación aquí! Si puedes ser meditativa aquí, en el mercado, y luego te vas a los Himalayas, tu meditación se enriquecerá mil veces. Pero no te aferres allí, vuelve siempre al mundo. Es bueno como una vacación.» Sí, es bueno de vez en cuando irse a las montañas, es hermoso. Pero volverse adicto, empezar a pensar en renunciar al mundo, es absolutamente erróneo, porque es en las tormentas del mundo en las que surge la integridad, es en los desafíos del mundo en los que te cristalizas. Lu-Tsu dice: acepta la situación en la que estás; debe de ser la situación correcta para ti, por eso estás en ella. La existencia te cuida. No te la han dado sin ninguna razón. No es accidental, nada es accidental. Se te da lo que necesitas. Si fuera tu necesidad estar en los Himalayas, habrías estado en los Himalayas. Y cuando surja la necesidad, verás que, o vas a los Himalayas, o los Himalayas vienen a ti. Sucede: cuando el discípulo está listo llega el Maestro, y cuando tu silencio interno está listo, llega Dios. Y todo lo que es necesario en el camino se provee siempre. La existencia cuida, es una madre. Así que no te preocupes. Más bien, usa la oportunidad. Este mundo desafiante, esta continua agitación en el exterior, hay que usarlos. Tienes que ser un testigo de ello. Obsérvalo. Aprende a no estar afectado por ello. Aprende a permanecer sin que te afecte, sin que te toque..., como una hoja de loto en el agua. Y entonces estarás agradecido, porque solo si permaneces observando toda la agitación del mundo, un día, de pronto, «los dioses están en el valle»: ves que el mercado desaparece a lo lejos, se vuelve un eco. Esto es el crecimiento verdadero. Y si puedes ser meditativo correctamente en las ocupaciones corrientes de la vida, no hay nada que no pueda sucederte. La luz empezará a circular; simplemente permanece vigilante. Medita por la mañana y luego mantente cerca de tu centro. Entra en el mundo pero permanece cerca de tu centro; sigue recordándote a ti mismo, permanece consciente de lo que estás haciendo.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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