Pocas doctrinas hay más importantes por su alcance moral que esta doctrina de la creación
y dirección de los pensamientos—formas, o elementales artificiales. Por ella aprende el hombre que el pensamiento no le afecta exclusivamente, que sus pensamientos no le afectan a él solo, sino que en cada instante de su vida pone en libertad, en el ambiente, ángeles y demonios de cuya creación es responsable y de cuya influencia se le pedirá cuenta. Al conocer la ley regularán los hombres su pensamiento en concordancia de la misma.
Annie Besant . La sabiduría antigua .