Pero en este grado, la conciencia del hombre no está despierta todavía en su cuerpo

astral, porque no puede encontrar nada parecido a los contactos violentos que le estimulan cuando está en forma física. Sólo los elementales de naturaleza densa pueden afectarle, provocando en su envoltura astral vibraciones difusas que se reflejan en el cerebro etéreo y denso, donde determinan los sueños de sexualidad bestial. En el cuerpo astral flota inmediato al cuerpo físico, retenido por su poderosa atracción, y no puede alejarse de él.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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