Si tu anima puede ayudar a tu animus, ése el verdadero matrimonio, el matrimonio interno.

Entonces empiezas a estar integrado; entonces tu luz ya no es superficial, tiene la profundidad de la oscuridad; y tu oscuridad ya no es oscura, tiene la luminosidad de la luz. Entonces el anima y el animus se funden el uno en el otro. Y cuando se funden completamente, el mundo ha desaparecido, vuelves a ser uno. Y ser uno es conocer a Dios; permanecer dos es permanecer en el mundo. Y el secreto, el experimento, tiene que suceder dentro de ti; no tiene nada que ver con el mundo externo.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

Índice