La afirmación de que las raíces de Binah están en Amén se refiere a Kether,

porque uno de sus títulos es Amén. Esto indica claramente que, siendo emanado de Kjokmah, Binah tiene su origen mucho más arriba, y que conviene buscarlo en la fuente de toda existencia, tal como surge del No Ser, lo Inmanifestado, fuente oculta tras los velos de la Existencia Negativa. Este concepto esta claramente formulado en un texto del Sepher Yetzirah que, hablando de Kjesed y de las fuerzas espirituales, dice : "Todas emanan una de otra en virtud de la emanación primordial, de la Corona Altisima: Kether". No debemos confundirnos a este respecto por el hecho de que el texto yetzirático declare a propósito de Geburah que Binah, el Entendimiento, emana de las profundidades primordiales de Kjokmah, "pero de otra manera". En el Ser Puro, sin forma e indiviso como es, existen tanto las posibilidades de la fuerza como de la forma, pues donde existe un polo positivo se halla necesariamente el aspecto complementario de un polo negativo. Kether está permanentemente en estado de devenir. En efecto, un judío cabalista nos dijo que la verdadera traducción de Eheieh, el Nombre divino de Kether, es "Yo seré" y no "Yo soy". Este devenir constante no puede permanecer estático, sino que debe rebosar y ponerse en actividad, actividad que no puede permanecer sin correlación, sino debe organizarse. Es menester llegar a algún ajuste, intertensión o equilibrio. Así, implícita en Kether, tenemos la potencialidad tanto de Kjokmah como de Binah, porque es bueno repetir : los Santos Sephiroth no son cosas sino estados, y contienen una mezcla de estos factores en su estructura, de manera que todo el universo manifestado puede manifestarse acordemente en nuestra mente cuando establecemos allí el jeroglífico del Arbol. En realidad, una vez que formulamos y establecemos este jeroglífico, la mente lo usa en forma automática y los fenómenos complejos de la existencia objetiva se ordenan por sí propios en nuestro entendimiento. Es por esta razón que el estudiante del ocultismo que trabaja en una escuela esotérica preparatoria tiene que aprender de memoria las principales correspondencias de los Diez Santos Sephiroth, y no debe depender para nada de las tablas de referencia. Muchas veces se ha objetado que esto constituye una inútil perdida de tiempo y energía, y que las referencias de las tablas de correspondencia tales como"777" es un método mejor. Pero la experiencia ha demostrado que no es ése el caso, y que el esoterista que se propone cumplir con la disciplina necesaria y la repite diariamente, de la misma manera que los católicos rezan su rosario, encuentra su debida recompensa por la iluminación que recibe, y cuando su mente clasifica automaticamente todos los cambios innumerables de la vida mundana, ajustándolos sobre el Arbol, revélasele su significado espiritual. Siempre debe recordarse que el empleo del Arbol de la Vida no es meramente un ejercicio intelectual, sino un arte creado en el sentido más alto de la palabra, y que las facultades van desenvolviéndose en la mente, de la misma manera que la destreza y la técnica se desarrollan en el escultor o en el músico con el ejercicio cotidiano.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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