Aunque estas unidades distintas estén íntimamente vinculadas entre si y pertenezcan a la
misma raíz, no se puede decir que deban actuar todas a la vez. Sólo en Dios se encuentran todas las unidades apacibles y temperadas, en una actividad perpetua y común, porque sólo Él es la unidad verdadera y radical.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .