«Señor, lo que usted dice se ha vuelto verdaderamente una realidad en la vida cotidiana.

Sus diversas declaraciones acerca del tiempo y del pensamiento parecen ahora, mientras le escucho, tan sencillas, tan claras... y tal vez por un segundo o dos el tiempo cesa, se detiene. Pero cuando regrese a mi rutina ordinaria, con la fatiga y el hastío de todo eso hasta el placer se vuelve más bien fastidioso- cuando regrese volveré a tomar los viejos hilos. Parece tan extraordinariamente difícil soltar los viejos hilos y mirar, sin reacción alguna, el paso del tiempo. Pero estoy empezando a comprender (y espero que no sea sólo verbalmente) que existe una posibilidad de no registrar, si puedo usar esa palabra. Me doy cuenta de que yo soy el registro. He sido programado para ser esto o aquello. Eso puede uno verlo con bastante facilidad, y tal vez pueda descartarlo por completo. Pero la terminación del pensamiento y de las intrincaciones del tiempo requiere una observación intensa, muchísima investigación. Pero, ¿quién es el que va a investigar, puesto que el investigador mismo es el resultado del tiempo? Capto algo. Lo que usted realmente dice es: Sólo observar sin reacción alguna, prestar atención total a las cosas comunes de la vida, y ahí descubrir la posibilidad de terminar con el tiempo y el pensamiento. Verdaderamente, ha sido ésta una interesante conversación».

Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .

Índice