Y otra función de mirar muy ligeramente la punta de la nariz es ésta: que

no te permite abrir los ojos completamente. Si abres mucho los ojos, el mundo entero se vuelve disponible y hay mil y una distracciones. Pasa una mujer guapa y empiezas a seguirla..., al menos en la mente. O alguien se está peleando; no te preocupa, pero empiezas a pensar: «¿Qué va a pasar?» O alguien está gritando y te entra la curiosidad..., y mil y una cosas están pasando continuamente a tu alrededor. Si los ojos están completamente abiertos, te vuelves energía masculina, yang.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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