Entonces es cuando el hombre se da cuenta de que es. en espíritu y en

rea- lidad, el sacerdote del Señor. Entonces es cuando ha recibido el orden vivi- ficante y puede transmitir este orden a todos los que se consagren al servicio de Dios, es decir, atar y desatar, purificar, absolver, sumir al enemigo en las tinie- blas y hacer que reviva la luz en las almas, pues la palabra orden viene del térmi- no ordinare (ordenar), que quiere decir volver a poner cada cosa en su sitio y en su lugar, y ésa es la propiedad del verbo eterno que produce todo conti- nuamente según el peso, el número y la medida. Y es tal, finalmente, el interés de la palabra por esta obra sublime, que se transformaría en hombre ella misma para venir a ordenarnos y consagrarnos, si no hubiese hombres que pudiesen imponernos las manos, pues ella sabe que es preciso que aquí abajo los órganos de la verdad estén encarnados en forma humana para poder sernos útiles.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

Índice