Estos miembros de una humanidad altamente evolucionada, Seres gloriosos a quienes su aspecto radiante les
valió el título de “Hijos del Fuego”, constituyen una orden sublime entre los Hijos de la Mente. (Mânasaputra; esta vasta jerarquía de inteligencias semiconscientes, comprende gran número de órdenes). Habitaron en la tierra como Instructores divinos de la joven humanidad. Algunos de ellos obraron como vehículos de la tercera efusión de vida y proyectaron en el hombre animal la chispa de vida monádica que dio nacimiento al cuerpo causal. Así se individualizaron los Pitris Lunares de las tres primeras clases que forman la gran masa de nuestra humanidad. Las dos clases de Pitris Solares ya individualizados (la primera antes de dejar la cadena lunar y la segunda más tarde) forman dos órdenes inferiores de Hijos de la Mente. La segunda se encarna hacia el promedio de la tercera raza; la primera, más tarde y por la mayor parte, en al cuarta raza o de los Atlantes.
Annie Besant . La sabiduría antigua .