La mente recoge sus datos de los padres, del colegio, de otros niños, de los

vecinos, los familiares, la sociedad, las iglesias... Hay multitud de fuentes. Y te habrás dado cuenta de que cuando empiezan a hablar, los niños pequeños repiten la misma palabra muchas veces, por el gozo que les produce que haya empezado a funcionar un nuevo mecanismo. Cuando empiezan a articular frases enteras las repiten sin cesar, encantados. Cuando empiezan a hacer preguntas, no paran de preguntar. Y recuerda que no les interesan las respuestas. Observa a un niño cuando hace una pregunta. Como no les interesan las respuestas, más vale no darles una respuesta larga, como sacada de la Enciclopedia Británica. Al niño no le importa la respuesta; simplemente le encanta ser capaz de preguntar, esa nueva facultad que es capaz de ejercitar. Así va reuniendo datos. Después empezará a leer, lo que significa hacer acopio de palabras, y en esta sociedad el silencio no vale para nada; cuanto mejor te expreses, más beneficios obtendrás. ¿Qué tienen los dirigentes? ¿Qué tienen los políticos, los profesores, los sacerdotes, los teólogos, los filósofos, si lo reducimos a un solo elemento? La capacidad de expresarse bien. Saben dar coherencia y significado a las palabras para impresionar a la gente.

Osho . El libro del ego .

Índice