Y no estoy seguro de que nos hayamos preguntado alguna vez si es posible vivir

sin conflicto no en aislamiento intelectual o de manera emocional, sentimental, y más bien confusa- sino vivir sin ninguna clase de esfuerzo en absoluto. Porque el esfuerzo, no importa lo agradable (o desagradable), satisfactorio o provechoso que pueda ser, deforma y corrompe la mente. Es como una máquina que está siempre moliendo, que nunca funciona suavemente y que por lo tanto se desgasta muy pronto. Entonces, uno se hace la pregunta y creo que es una pregunta importante- si es posible vivir sin esfuerzo, pero al propio tiempo sin volverse perezoso, solitario, indiferente, falto de sensibilidad, sin convertirse en un ser humano inactivo. Toda nuestra vida, desde el momento en que nacemos hasta que morimos, es una lucha interminable por adaptarnos, cambiar o llegar a ser algo. Esta lucha y conflicto traen confusión, embotan la mente, y nuestros corazones se tornan insensibles.

Jiddu Krishnamurti . El vuelo del águila .

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