¿Nos hemos sentado alguna vez muy quietamente con los ojos cerrados, observando el movimiento de
nuestro propio pensar? ¿Hemos observado cómo trabaja nuestra mente? O más bien, ¿se ha observado nuestra mente a sí misma mientras opera, sólo para ver lo que son nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, para ver como miramos los arboles, las flores, los pájaros, cómo miramos a la gente, cómo respondemos a una sugestión o cómo reaccionamos a una idea nueva? ¿Hemos hecho esto alguna vez? ¿Lo han hecho ustedes? Si no lo han hecho, se están perdiendo muchísimo. Saber cómo trabaja la mente de uno es un propósito básico de la educación. Si no sabemos cómo reacciona nuestra mente, si nuestra mente no se da cuenta de sus propias actividades, jamás descubrirá qué es la sociedad. Podremos leer libros sobre sociología, estudiar ciencias sociales, pero si no sabemos cómo trabaja nuestra propia mente, no podremos comprender qué es la sociedad, porque nuestra mente forma parte de la sociedad; es la sociedad. Nuestras reacciones, nuestras creencias, nuestro acudir al templo, las ropas que vestimos, las cosas que hacemos y no hacemos, lo que pensamos, la sociedad está constituida por todo esto, es la réplica de lo que ocurre en nuestra propia mente. Por lo tanto, nuestra mente no se encuentra aparte de la sociedad, no es distinta de nuestra cultura, de nuestra religión, de las múltiples divisiones de clase, de las ambiciones y conflictos de las masas. Todo esto es la sociedad, y nosotros formamos parte de ella. No hay un “nosotros” o un “ustedes” separado de la sociedad.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .