La semilla sembrada se recoge según su especie; tal es la ley en todos los
mundos y nadie puede sustraerse a ella. A decir verdad, el cuerpo astral no es allí ni más escandaloso ni más horrible que cuando el hombre vivía sobre la tierra y producía en torno a él una atmósfera fétida por sus emanaciones astrales; pero las gentes de la tierra no se daban cuenta de su fealdad, porque astralmente son ciegas.
Annie Besant . La sabiduría antigua .