No ser nada es el principio de la libertad. Por lo tanto, si usted es
capaz de sentir esto, de investigarlo, descubrirá, a medida que avance en su percepción, que no está libre, que se halla atado a muchas cosas diferentes y que, al mismo tiempo, la mente abriga la esperanza de ser libre. Y podrá ver que ambas cosas se contradicen. En ese caso, la mente tiene que investigar por qué se aferra a esto o a aquello. Todo lo cual implica un duro trabajo, mucho más arduo que ir a una oficina, que cualquier labor física, que todas las ciencias juntas. Porque la mente humilde, inteligente, se interesa en sí misma sin ser autocentrada. Debido a eso, tiene que estar extraordinariamente alerta, atenta, y eso implica, de hecho, una dura tarea cotidiana, cada hora, cada minuto [...]. Exige insistencia en el trabajo, porque la libertad no adviene fácilmente. Todo la dificulta: la esposa, el marido, el hijo, el vecino, nuestros dioses, nuestras religiones, nuestra tradición. Son todos impedimentos, pero nosotros mismos los hemos creado porque ansiamos seguridad. Y la mente que busca seguridad jamás puede encontrarla. Si usted ha observado un poco lo que ocurre en el mundo, sabrá que no hay tal cosa como la seguridad. Muere la esposa, el marido, el hijo se escapa de la casa, algo ocurre. La vida no es estática, si bien nos gustaría hacer que lo fuera. Ninguna relación es estática, porque toda vida es movimiento. Eso es algo que debemos captar, es una verdad que debe ser vista, percibida, no es algo para argumentar al respecto. Entonces verá usted, a medida que comience a investigarlo, que ése es realmente un proceso de meditación. Pero no se deje hipnotizar por esa palabra. Esté alerta a cada pensamiento para saber de qué fuente brota y cuál es su propósito; eso es la meditación. Y cuando se conoce todo el contenido de un pensamiento, ello revela el proceso total de la mente.
Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .