Otra serie de mitos en dependencia morfológica con este motivo nos habla del origen de

las plantas alimenticias, surgidas del autosacrificio de un dios o una diosa. Un ser divino —mujer, doncella, hombre o niño— se inmola voluntariamente para garantizar la existencia del hombre: de su cuerpo surgen y crecen las diversas especies de plantas alimenticias. El mito en cuestión constituye el modelo ejemplar de los ritos que hay que celebrar periódicamente. Este es el sentido de los sacrificios humanos en beneficio de las cosechas: la víctima es muerta, despedazada, y los pedazos son esparcidos por la tierra para proporcionarle fecundidad 10. Y, como pronto veremos, según algunas tradiciones los metales pasan también por haber salido de la sangre o la carne de un ser primordial semidivino que fue inmolado.

Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .

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