Es un agua fecunda, que puede ayudaros a evitar estas desgracias. Este agua está oculta
en vuestra tierra y tenéis que cavar hondo para descubrirla; pero recompensará vuestros trabajos. Este agua no es corrosiva como la del vasto océano, no es sosa e insípida como la de los ríos que fluyen por vuestro globo; es más límpida que el éter, más dulce que la miel, más activa que las aguas más espirituosas y, finalmente, más inflamable que el azufre y el aceite.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .