Los cuerpos físicos, astral y mental de que el alma se reviste para el nuevo
período de su existencia terrestre, son, como hemos visto, resultado directo de su pasado y constituyen una parte muy importante del Karma en sazón. Limitan por todas lados el alma del hombre, y su pasado se presenta ante él para juzgarle, señalando los límites que se ha impuesto a sí mismo. El sabio reconoce que no puede sustraerse a estas condiciones y las acepta gozosamente, tal como son, esforzándose en aminorarlas de un modo gradual.
Annie Besant . La sabiduría antigua .