La personificación y deificación de las fuerzas naturales fue la tentativa primera del ser humano
para desarrollar una teoria monística del Universo y salvarse así de la influencia destructiva y paralizante de un dualismo insoluble. Y conforme fue aumentando sus conocimientos a través de las edades, elaborando sus procesos intelectuales, pudo ver un significado cada vez más amplio y completo en sus primitivas y simples clasificaciones, las cuales nunca descartó, porque eran fundamentamente sanas y representaban verdaderas realizades. Lo que hizo fue extenderla y, finalmente, cuando vinieron los malos tiempos, las entretejió con supersticiones. Por lo tanto, no debemos considerar los panteones paganos como otras tantas aberraciones de la mente humana, ni tampoco debemos tratar de comprenderlos desde el punto de vista de los no iniciados o faltos de la instrucción necesaria. Lo que debemos hacer es esforzarnos en comprender lo que ellos podían significar para los sacerdotes de elevadísima inteligencia y de inmensa cultura, que dirigian esos cultos en su tiempo. Comparemos lo que dice Mme. Davil Neel y W. B. Seabrook sobre el asunto de los ritos paganos, con lo que nos cuentan generalmente los misioneros. Seabrook nos demuestra claramente el significado espiritual del Vudú (Voodoo) y Mme. David Neel nos expone claramente el aspecto metafísico de la magia tibetana. Estas cosas se presentan de una manera al observador simpatizante que sabe ganarse la confianza de los exponentes de esos sistemas y logra ser recibido en el Sanctasanctórum como amigo que va a aprender y no a observar y ridiculizar, y completamente de otra manera muy distinta al fanático rabioso que entra en el lugar Santo con las botas sucias y es entonces apedreado por los fieles indignados. Al juzgar estas cosas deberíamos considerar la forma en que veríamos el Cristianismo si nos aproximáramos a él de la misma manera. Los observadores materialistas y faltos de simpatía deducirían que adoramos a un cordero y en cuanto al Espíritu Santo se prestaría a muchas y variadas interpretaciones espectaculares. Debemos conceder a los demás el derecho de emplear metáforas y creerlos de buena fe si esperamos que ellos no nos tomen a nosotros también literalmente. Las formas externas de la antigua fe pagana no son más crudas que el Cristianismo en los países latinos atrasados, donde Jesucristo está representado con vestiduras absurdas y hasta la misma Virgen María con pantalones de encaje. Las formas internas de los credos antiguos pueden compararse muy favorablemente con el mejor de nuestra metafísica moderna. Después de todo, esos credos produjeron a Platón y Plotino. La mente humana no cambia, y de lo que es verdad de nosotros es probablemente verdad también de los paganos. El cordero de Dios que quita los pecados del mundo no es más que otra versión del Toro de Mitra, que hacía otro tanto, siendo la única diferencia que los antiguos iniciados eran literalmente "bañados en sangre", mientras que los modernos toman el baño metafóricamente. Otros tiempos, otras costumbres.
Dion Fortune . La Cabala Mistica .