El descontento impide el claro pensar. ¿Cómo hemos de superar este obstáculo? No creo que

usted haya podido escuchar lo que he estado diciendo; probablemente se hallaba inquieto con su pregunta, preocupado por el modo en que iba a formularla. Eso es lo que todos ustedes hacen de deferentes maneras. Cada cual tiene una preocupación, y si lo que yo digo no es lo que quieren oír, lo ignoran porque la mente de ustedes está ocupada con su propio problema. Si el interlocutor hubiera escuchado lo que se decía, si hubiera realmente sentido la naturaleza interna del descontento, del júbilo, de la creatividad, entonces no creo que hubiera formulado esta pregunta. Ahora bien, ¿impide el descontento el claro pensar? ¿Y qué es el claro pensar? ¿Es posible pensar con gran claridad si queremos obtener algo de nuestro pensar? Si nuestra mente se interesa en un resultado, ¿podemos pensar muy claramente? ¿O sólo podemos pensar así cuando no estamos a la búsqueda de un objetivo, de un resultado, cuando no tratamos de ganar algo? ¿Y puede uno pensar claramente si tiene un prejuicio, una creencia particular o sea, si uno piensa como hindú, como comunista, como cristiano? Por cierto, sólo podemos pensar muy claramente cuando nuestra mente no está amarrada a una creencia, como un mono podría estar amarrado a una estaca; sólo podemos pensar con tal claridad cuando no estamos buscando un resultado, cuando no tenemos prejuicios todo lo cual implica, en realidad, que uno puede pensar de una manera clara, sencilla y directa, sólo cuando su mente no está persiguiendo ninguna forma de seguridad y, por lo tanto, está libre de temor. Así que en cierto modo el descontento sé impide el claro pensar. Cuando por medio del descontento uno persigue un resultado, o cuando busca ahogar el descontento porque su mente detesta ser perturbada y quiere a toda costa estar tranquila, en paz, entonces el claro pensar es imposible. Pero si estamos descontentos de todo de nuestros prejuicios, de nuestras creencias, de nuestros temores y no buscamos un resultado, entonces ese mismo descontento enfoca nuestro pensar, no sobre un objeto en particular ni en alguna dirección determinada, sino que todo nuestro proceso del pensar se vuelve muy sencillo, directo y claro. Jóvenes o viejos, casi todos nosotros estamos descontentos porque deseamos algo más conocimiento, un empleo mejor, un automóvil más bonito, un sueldo más alto... Nuestro descontento se basa en nuestro deseo por “más”. Es sólo porque deseamos algo más, que la mayoría de nosotros está descontenta. Pero yo no hablo de esa clase de descontento. Es el deseo por “más” el que impide el claro pensar. Mientras que si estamos descontentos, no porque deseemos algo sino sin saber qué deseamos, si estamos insatisfechos con nuestras ocupaciones, con el hacer dinero, con la búsqueda de posición y poder, con la tradición, con lo que tenemos y podríamos tener; si estamos insatisfechos no con nada en particular sino con todo, entonces creo que descubriremos que nuestro descontento trae claridad. Cuando no aceptamos ni seguimos, sino que cuestionamos, investigamos, profundizamos, existe un discernimiento del cual surgen la creatividad, el júbilo del vivir.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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