Kjesed, pues, es la esfera donde se formula la idea arquetípica; la aprehensión por la

conciencia de un concepto abstracto que ultérrimamente está destinado a atravesar los planos y a concretarse a la luz de la experiencia obtenida con la concretación de otros conceptos análogos, también abstractos. E, igualmente, en su aspecto macrocósmico, representa la fase correspondiente, en el proceso de creación. La ciencia materialista cree que los únicos conceptos abstractos son los que puede formular la mente humana; pero la Ciencia Espiritual Esotérica enseña que la Mente o Inteligencia Divina formuló ideas arquetípicas para que la substancia pudiera tomar forma, y que sin ideas de ese orden la substancia sería informe y vacía, algo asi como limo primordial que espera el aliento de vida para organizarse en células o cristales. Las últimas investigaciones en la Física han revelado que toda substancia, sin excepción, tiene una estructura cristalina, y que las líneas de tensión que los psíquicos perciben como corriente etérica ya han quedado reveladas en los Rayos X. Una parte muy importante y por cierto mal comprendida es la que los Maestros desempeñan en los Misterios. Las distintas escuelas definen este calificativo diferentemente, y algunas incluyen entre los Maestros a Adeptos de alto grado; pero nosotros consideramos que es aconsejable hacer una distinción entre los Hermanos Mayores encarnados, y los desencarnados, porque Sus misiones y funciones son completamente distintas. El título de Maestro debe darse sólo a Aquellos que están libres de la rueda del nacimiento y de la muerte. Según la terminología de la Tradición Esotérica Occidental, el grado de Adeptus Exemptus se le asigna a Kjesed, pues el término Exemptus indica que ha sido liberado del Karma. Sabemos muy bien que algunos dan un significado distinto a este término y que se ha conferido ese grado a personas en encarnación. Se podría responder que si la función de esos Seres es activa y no puramente honorífica, están libres de Karma y no reencarnarán más. A ellos se les puede dar perfectamente el nombre de MAESTROS, porque Su Conciencia corresponde a este grado; y, aunque es preciso hacer una distinción entre Adeptos encarnados y desencarnados, nos parece preferible detenernos en esta diferencia secundaria, que acordar a seres humanos un prestigio que no está hecho para la naturaleza del hombre. Mientras un Adepto permanezca encarnado, estará sujeto a las debilidades humanas, en algún grado, y a las limitaciones impuestas por la vejez y la salud física. Hasta que no se haya liberado completamente de la Rueda de los renacimientos, y funcione como Conciencia Pura, no escapará por completo a las limitaciones humanas de la herencia y del medlio ambiente. Por lo tanto, no es posible tener en él la misma confianza que la que puede depositarse en los verdaderos MAESTROS desencarnados.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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