Uno estaba observando el otro día a un halcón de cola roja que volaba muy
alto en el firmamento, girando suavemente sin un solo batir de alas, solamente por el regocijo de volar, de sentirse sostenido por las corrientes de aire. Después se le unió otro, y estuvieron volando juntos un buen rato. Eran criaturas maravillosas en ese firmamento azul, y dañarlos de cualquier forma es un crimen contra el cielo. Por supuesto que el cielo no existe; el hombre ha inventado el cielo, el paraíso, a causa de la esperanza; porque su vida se ha convertido en un infierno, en un perpetuo conflicto desde que nace hasta que muere, yendo y viniendo de aquí para allá, haciendo dinero, trabajando sin cesar. Esta vida se ha vuelto una confusión, un afán y una lucha inacabables. Uno se pregunta si el hombre, un ser humano, vivirá alguna vez en paz sobre esta tierra. El conflicto ha sido su estilo de vida bajo la piel y fuera de la piel, en el área de la psique y en la sociedad que la psique ha creado.
Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .