La palabra no es la cosa. La palabra pasión no es la pasión. Sentir esa
pasión y estar atrapado por ella, sin ninguna volición ni directiva ni propósito, prestar atención a esta cosa llamada deseo, estar atentos a sus propios deseos, a esos deseos que ustedes tienen en abundancia, débiles o fuertes... cuando hagan eso, verán qué daño tremendo causan al reprimir el deseo, al distorsionarlo, al querer satisfacerlo, al querer hacer algo respecto de él, al tener una opinión acerca de ese deseo que experimentan. La mayoría de la gente ha perdido esta pasión. Probablemente uno la ha tenido alguna vez en su juventud; quizás un vago murmullo de esa pasión. Y la sociedad que es lo que son ustedes- reprime eso. Por consiguiente, uno tiene que amoldarse a ustedes, que están muertos, que son «respetables», que ni siquiera tienen una chispa de pasión creadora; y entonces uno llega a formar parte de eso y, de tal modo, pierde esta pasión de su juventud.
Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .