«También hay en vosotros cinco vírgenes irresponsables y cinco vírgenes prudentes, pues ésa es la
división que se ha hecho de los poderes, después de la caída del primer prevaricador y se ha repetido después de la prevaricación del hombre. Las primeras no sólo han gastado su aceite, sino que tratan de gastar también el que han conservado las vírgenes prudentes y de arrastrarlas con ellas a sus tinieblas y a sus funestas imprudencias, como hizo el enemigo con el hombre cuando lo comprometió a que le diese su fuerza, su poder y su palabra y, si no lo vigiláis con el máximo cuidado, este enemigo puede repetir todos los días con vosotros esta táctica vieja y criminal y seduciros como sedujo al primer hombre, hasta conseguir que gastéis en vano todo vuestro aceite y que se apague vuestra lámpara. Entonces se os confundirá con las vírgenes necias y, cuando os presentéis para entrar en las bodas con el esposo, se cerrará la puerta y el esposo os dirá que no os conoce».
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .