Quebrantadas estas tres ligaduras –tarea que necesita a veces una labor de muchas encarnaciones, pero
que puede reducirse para algunos a los límites de una sola vida –ve el chela abrirse ante él la segunda iniciación con nueva “clave del saber” y más amplios horizontes. Ve disminuir rápidamente el período de existencia obligatoria que aún le espera sobre la tierra; porque al llegar a este punto franqueará la tercera y la cuarta iniciación en su encarnación actual o en la inmediata (El chela en el segundo grado del Sendero es para el indo el Kutichaka: El hombre que construye una cabaña y alcanza un lugar de paz. El budista lo denomina Sakridâgamin: el que sólo renacerá una vez más.) En este grado el discípulo debe desarrollar y hacer mas activas las facultades internas, aquellas que pertenecen a los cuerpos sutiles, porque en adelante necesitará de ellas para su servicio en las regiones más elevadas del universo. Si las hubiese desenvuelto anteriormente, este estado podrá ser entonces brevísimo. No obstante, el alma puede verse obligada a franquear una vez más las puertas de la muerte antes de pasar al siguiente grado.
Annie Besant . La sabiduría antigua .