El cuerpo forma parte de una multitud, pero tu alma no. Tu alma es profundamente
individual. Su sabor es el de la libertad. Pero a tu alma no se le puede sacar partido en el mercado. La sociedad solo necesita tu cuerpo. Y para la sociedad es muy peligroso que empieces a poner empeño en tu alma, porque entonces cambias de interés. De ser extrovertido pasas a ser introvertido; empiezas a ir hacia dentro. La sociedad está fuera, la sociedad quiere que sigas siendo extrovertido —interesado en el dinero, el poder, el prestigio y todo eso— para que tu energía siga yendo hacia fuera. Si empiezas a ir hacia dentro, eso significa que te has vuelto un marginado, que ya no formas parte del juego que se juega en el exterior. Ya no le perteneces. Empiezas a sumergirte en lo profundo de tu propio ser. Y ahí está la fuente de la inmortalidad.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .