Al tratar de conocer la Verdad, la suprema felicidad, debemos tener presente que no ha
de ser el motivo la satisfacción personal, sino el deseo de servir y ayudar. No habéis de creer que el servicio y auxilio sean peculiares de las gentes humildes, apocadas y ordinarias, ni que para servir hayáis de convertiros en máquinas y obedecer ajenos mandatos. Al lograr la perfecta Verdad, lograréis también la perfecta Felicidad, y servís porque no podéis menos de servir.
Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .