Así es como se porta con nosotros este astuto enemigo, tratando de reducir nuestras deudas
ante nuestros propios ojos, tratando de disminuir nuestra confianza con beneficios injustos y con una indulgencia criminal, y procurando que dependamos de él por nuestra debilidad y por las artes con que procura atenuar nuestras obligaciones. Pero, si la justicia es imprescriptible, ni él ni nosotros podremos jamás defraudar los derechos del amo y, según las palabras de este maestro, es más fácil que pasen el cielo y la tierra, antes de que deje de tener efecto una sola palabra de la ley (Lucas, 16: 17?).
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .