Con el Dios único que ha elegido su santuario único en el corazón del hombre

y en este hijo querido del espíritu que todos debemos hacer que nazca en nosotros, no tienes que temer los mismos peligros y solo tendrás que recoger frutos saludables, porque es muy simple el ser verdadero, el único ser que es impasible a toda influencia que no sea la de la verdad ¡Ademas, se ha reservado para el solo el poder de darla a conocer y de manifestarla en toda su pureza!.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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