«¿En qué consisten estas maravillas? En hacer que planee el hombre nue- vo por encima
de los mundos, en hacer para él un signo perpetuo de gloria y de triunfo y en hacer que se siente bajo los pórticos sagrados, para cantar eter- namente los cánticos del Señor. Y, si tenéis con las leyes y las ordenanzas del Señor la fidelidad suficiente para que su nombre os llene y tome posesión de todo vuestro ser, ese mismo nombre engendrará en vosotros todas vuestras substancias vivas o todas las formas de las virtudes Divinas. Vuestras faculta- des serán los agentes y los órganos de estas formas, la sabiduría las conservará en sus justas medidas y en sus proporciones, para que todo lo que hay en vosotros manifieste la armonía del Padre celestial que os ha dado la vida. De este modo, todo vuestro Dios pasará por completo a vosotros y con ello os haréis semejantes a vuestro principio y seréis la imagen activa del gran mundo y de la eternidad».
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .