Efectivamente, sin esta transfiguración interior del hombre nuevo, cono- cemos, solamente por las imágenes de

la inteligencia, la fuente de la que he- mos tomado nuestro origen, las relaciones que teníamos en principio con ella, las que hemos conservado después de la fatal caída, las que se han restablecido de nuevo por el conducto de las dos alianzas y, por consiguiente, las fascinantes esperanzas de que podemos llenarnos todavía.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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