Observa ambas partes, el ritmo. Y cuando tu ira se haya agotado, cuándo dejes de
querer golpear la almohada o hayas empezado a reír o te sientas ridículo, cierra tus ojos, siéntate en el suelo y medita en lo que ha sucedido. ¿Sientes todavía ira hacia la persona que te ha insultado o la has volcado contra la almohada? Percibirás una cierta quietud descendiendo sobre ti. Y ahora no estarás enfadado con la persona. Más bien, sentirás incluso compasión por ella.
Osho . Yoga: La Ciencia Del Alma Vol 1 .