Una vez alcanzas esos dos, abhyasa - la constante práctica interior, el esfuerzo consciente por
estar más y más alerta, por ser más y más el amo de ti mismo, por estar menos y menos dominado por los hábitos, por lo mecánico, por los mecanismos robóticos ¬y vairagya -la ausencia de deseos- te conviertes en un yogui. Una vez obtienes esos dos, has alcanzado la meta.
Osho . Yoga: La Ciencia Del Alma Vol 1 .