El pensamiento es sensación verbalizada; el pensamiento es la respuesta de la memoria, de la

palabra, la experiencia, la imagen. El pensamiento es transitorio, cambiante, impermanente, y está buscando permanencia. Así, el pensamiento crea al pensador, el cual se convierte, entonces, en lo permanente; asume el papel del censor, el guía, el controlador, el moldeador del pensamiento. Esta ilusoria entidad permanente es producto del pensamiento, de lo transitorio. Esta entidad es pensamiento; sin el pensamiento no existe. El pensador se compone de cualidades; sus cualidades no pueden ser separadas de él mismo. El controlador es lo controlado, está meramente jugando un juego engañoso consigo mismo. Hasta que lo falso sea visto como lo falso, la verdad no existe.

Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .

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