Mientras estuvo en la forma anterior, funcionó por su conducto, adoptándola a la expresión de
cada nueva energía despertada; la forma traspasa estas adaptaciones, grabadas en su substancia, a la parte que separada de ella constituye su fruto, el cual, siendo de su substancia, ha de tener necesariamente las peculiaridades que a ésta caracterizan; la vida se vierte dentro de ese fruto con todos los poderes que ha despertado, y lo moldea aun más; y así una y otra.
Annie Besant . La sabiduría antigua .