Cultivando esta voz hasta que llegue a ser el único Tirano, la única Voz a
que obedezcamos, debemos descubrir nuestra meta y trabajar incesantemente para alcanzarla. Ahora bien, ¿qué meta es esta? Para mí, consiste en conocer la Verdad final. Anhelo llegar a un estado en que por mí mismo conozca lo que he conseguido, que yo soy la personificación de dicha Verdad. Y al lograr esta Verdad, logro al propio tiempo mi anhelo: la paz, la perfecta tranquilidad de mente y emociones. Tal es la meta para mí. Ante todo lo esencial es fortalecer en cada uno de vosotros esta Voz que se asevera por sí misma de cuando en cuando. Y cultivar y ennoblecer la Intuición; debemos aprender a pensar y obrar por nosotros mismos. El cultivo de esta Voz de la intuición requiere una conducta acorde con sus dictados.
Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .